martes, 31 de mayo de 2011

Más simple = ¿mejor?

Lenguaje. Recientemente tuve la oportunidad de tomar un curso de corrección de estilo para mejorar mis competencias como redactora y creadora de contenidos para diversos medios. Allí tuve la oportunidad de conocer las álgidas disputas alrededor de la ortografía española y las revolucionarias propuestas de reconocidos eruditos para modificar sus reglas.

A propósito del tema, Jorge Luis Alvis, mi docente del curso, me ha hecho llegar un interesante documento que ahora les comparto. Dice la tradición que el hombre es un animal de costumbres, así que, por si las modificaciones llegan a darse ¡empecemos a acostumbrarnos!

domingo, 29 de mayo de 2011

¿Funcionalidad o utilidad?

Nuevas tecnologías. Ha corrido agua bajo el puente desde el hallazgo de las pinturas de Altamira, el ingenioso invento del señor Gutenberg y la aparición de ese canal que-sirve-para-todo-y-no-deja-de-asombrarnos llamado internet.

Las formas de relacionarse –los negocios, los sentimientos, el conocimiento, la cultura y tantas otras cosas- han sabido sacar partido de cada avance y la comunicación ha desarrollado nuevas formas y parámetros con ellos (menos palabras, más signos, otras convenciones).

Hoy lo virtual se mezcla con lo real y nuestra percepción del tiempo se ha desligado del horario local, para trasladarse a un concepto mucho más simple: el momento presente en la pantalla del ordenador o del móvil.

Somos seres hipersensoriales, multifuncionales y con diversidad de identidades –la personal en Facebook, la profesional en LinkedIn y el alter ego en Twitter-, con una capacidad de absorción, digestión y aprovechamiento de “nutrientes informativos” asombrosa.

Ahora todo es fácil, inmediato, personalizado (¿?) y lo mejor –en muchos casos-: ¡gratuito!

Y a pesar de todo esto, lo básico, lo necesario, lo que realmente lograría diferencias abismales, sigue siendo complicado: la educación con amplio alcance, la economía incluyente, la sostenibilidad a largo plazo, el cuidado del medio ambiente.

Si podemos enlazarnos y ponernos de acuerdo para que Facebook permita a determinada persona la publicación de fotos consideradas “ofensivas” ¿no podríamos hacerlo para que desaparezcan ciertas condiciones que afectan a millones de seres humanos, y verdaderamente deberían ofendernos?

Las nuevas tecnologías deben servir para mucho más de lo que están sirviendo. Son herramientas que aún tienen mucho por dar.